Diario de una manuscriptora conversa

 

Defensa de la escritura manuscrita II 

 

Aprendí a leer con un libro que se llamaba El ABC de los enanitos. Me lo comprarían mis padres de muy pequeña porque me veo jugando con él antes de ir al colegio, con cinco años.

El librito se abría con sus dos tapas de cartón y dentro estaban las letras, recortadas, con un enanito al lado. Me las iban levantando una a una mediante una pestañita y tenía que responder de qué letra se trataba.  

Aprender las letras del alfabeto era un juego divertido. Comenzaba con siluetas gráficas, emparejamientos, sílabas,  hasta introducirse en el juego de las infinitas posibilidades que lleva a la escritura. 

Libro de escritura a mano «El amigo» (1926)

Nos cuesta recordarlo porque aprendimos a escribir a mano -al menos, antes era así- en los primeros 4-6 años de vida; pero la escritura es un proceso muy complejo.  

La escritura manual es un trabajo artesanal; puede que de los pocos trabajos artesanales que no hemos abandonado, hasta el momento, en la vida cotidiana. Incluso en las oficinas bancarias, el poco personal con el que todavía se puede hablar, tiene sobre su mesa las hojitas de notas.  

Aún tomamos notas y a medida que la vida nos diversifica, o vamos perdiendo memoria, las notas son nuestro salvavidas. Aunque tengas un teléfono inteligentísimo, es muy probable que la nota manuscrita sea el asidero más fiable para tu memoria, aunque no lleve alarma incorporada. 

En los últimos tiempos la desdichada manuscripción ha sido derrotada por los necesarios utensilios digitales y las pantallas led. Así que el gesto de acariciar el papel con los gavilanes de la pluma fuente, de borrar los errores cometidos por un lápiz (y qué deleite esculcar los tachones de las y los escritores del siglo XIX, para averiguar sus primeras versiones) pasan a convertirse en tics obsoletos. 

Hay algo tan personal e intransferible en la escritura a mano… no me imaginaba que con lo que nos costó elaborar esas «f”, esas “q”, esas “s”, esas “g”; con lo que les costó a nuestros antepasados pasar del símbolo a la palabra, para darse a entender, despues de 5000 años, volveríamos al icono, al balbuceo ramplón de las semipalabras de los pulgares en las pantallas, desdeñando el potencial de la escritura a mano. 

Abramos el debate de ideas al respecto; yo pretendo hacerlo en esta serie de artículos que enlazarán con fuentes externas donde se demuestra científicamente porqué dejar de escribir a mano es un tremendo error. 

Manifiesto en defensa de la Escritura Manuscrita – Codoli            Continuará… 

Augusto Vels, centenario de su nacimiento

Si la grafología fuese un arte, he aquí un dos seus pioneiros: Augusto Vels. Alfonso Velasco Andreo (1917-2000).

Non hai que perderse o seu museo de Puerto Lumbreras (Murcia), un acubillo e deleite para @s grafófil@s.
Entendendo como se deixan os trazos sobre o papel, un pouco ao chou, ímonos deixando nós.
Alí onde devala a liña do birome, e os rasgos recalcitrantes que falan de nós.
Alí onde a grafía colisiona indefectiblemente coa psicoloxía, está o gran Augusto Vels.

Grazas Grafoloxía universitaria.org por recordármolo.

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Aniversario del bolígrafo

El 29 de septiembre, se cumplieron 117 años de la invención de esa maravilla, de útil escritural, el bolígrafo, que evitó el uso de los papeles secantes en los cuadernos del colegio.


Su creador, Ladislao Biro (1899-1895), un periodista argentino, de origen húngaro, y su hermano, György, químico, supieron dar el paso del trazo sangrante de la lapicera fuente a un instrumento de escritura, con un depósito rellenable, con una esfera en la punta que regularía el paso de la tinta de manera más limpia y práctica.
Patentaron su prototipo en 1938. “La tinta no se secaría en el tanque pero sí en el papel”.

Nuestro popular boli, “fue registrado con la marca Bolígrafoen 1946 por el industrial catalán Amadeo Arboles, en 1946.”1
Los BICS no fueron sino una adaptación de aquel invento, modificado por una casa francesa especializada en productos desechables.
A pesar de las mejoras no dejó de ser un milagro de diseño, para un uso polifacético.

Mi generación fue la primera que pudo prescindir del tintero y el papel secante y que modificaría determinantemente su manera de escribir.
Yo fui una de esas adictas al bolígrafo, primero de punta gruesa, azul, negro, verde y rojo (para subrayar) con los que hacíamos los deberes.

Los agujeritos de la carcasa, de cuerpo hexagonal, regularían la presión interna para evitar la condensación y las fugas de tinta.
Quién no la llenó de proyectiles, en forma de granos de arroz, ¡mejor que el tirachinas!.
Y mucho tendrán que contar l@s expertos en “chuletas”.
Lo dicho, larga vida al birome, laesferográfica, elbiro, como le llaman en Argentina; en definitiva, al bolígrafo.
1 Ezcura, Magdalena y Grávalos, Goyo (2010): Instrumentos de escritura manual y sus tintas, Buenos Aires. Ediciones La Rocca.

Servicios ofrecidos por el Gabinete Caligráfico MBC: – Pericias caligráficas de textos y firmas – Análisis documental – Lingüística Forense – Pericias caligráficas desde todos los soportes escritos; muros y paredes – Datación y análisis de tintas – Dictámenes por escrito y ratificación forense – gabinetecaligrafico(a)gmail.com / tfno.: 669 060 265 /
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Del cañonazo a la autoayuda: notas sobre violencia de género

Ese día, 25 de noviembre, el ayuntamiento de Vigo había convocado a centros de enseñanza, públicos y privados a celebrar un acto lúdico-reivindicativo con motivo del Día internacional contra la violencia de género (VdG).
Este tablero de libre expresión fue colocado una calle céntrica, para que las y los jóvenes pudieran plasmar su opinión acerca de la violencia de género, sin cortapisas.
La foto del tablón fue tirada a media mañana, por lo que ignoro qué hubiera dado de sí esta tribuna, pero los contenidos no son nada alentadores, ni originales y salvo algún caso, tampoco provocadores; aunque sí ilustrativos, por ejemplo, de la diferente valoración que tienen las chicas y los chicos acerca de la VdG.
Unos simples datos que suscitarían posteriores reflexiones, más pormenorizadas.
Gracias a estas notas, comprobaremos que los chicos salvaguardan la masculinidad de cualquier asomo de machismo. Hablan de los hombres como de los malos de la película; ven los toros desde la barrera.
El violento, los violentos, son seres excepcionales; son malos, la valoración moral prima sobre la idea de justicia.
(un)Hombre que maltrata a una mujer es un cobarde (n.6)
El instinto de posesión tampoco es considerado violencia en los chicos.
Un hombre no maltrata a su mujer. (n.8)
Acusan la superioridad genérica de los hombres sobre las mujeres y sustentan el tópico del respeto sobre el concepto justicia.
Las mujeres también son personas, hay que respetarlas y amarlas (n.12)
Las mujeres sienten el victimismo colectivamente, no son excepcionales y lanzan expresiones exhortativas a sus congéneres (fíjense en el uso de la segunda persona) como estímulo y/o autoayuda.
Yo soy mía (n.1).
Denuncia, basta de humillaciones (n.4)
Vales más de lo que crees (n.14)
Los chicos desvelan una considerable simplicidad léxica, reduciendo el campo semántico del término VdG al sujeto maltratador y al verbo maltratar, algo que indica más que la pobreza de expresión, una deficiente asimilación del asunto que nos ocupa.
¿O será, en el fondo, desinterés, lo que los lleva a repetir sin tino conceptos aprendidos que no repercuten en las mentes propias ni ajenas?
Entre las notas, en grandes tipos (otro aspecto a considerar desde el punto de vista grafológico) dos mensajes que proceden de manos y cerebros más desarrollados: un cañonazo scum
Una recortada por favor (n.10)
Si te levantan la mano, córtasela (n.11)
Resalto, por fin esta nota, a medio camino entre desiderata y consejo de amiga
Eres dueña de tu propio cuerpo
Tú decides cuándo y con quién
Eres libre de vestirte como quieras
tus amigos los eliges tú
No tienen derecho a pegarte (n.13)

Manuscritos de Goytisolo

«Juan Goytisolo deposita dous manuscritos inéditos na Caixa das Letras»

A eterna pregunta, sobre todo desde que Finlandia proxentou a progresiva desaparición da escrita manual nas aulas. Que valor se lle vai dar á escrita de lápiz e papel? Valor de reliquia?
De momento apreciamos que, a medida que se informatiza o noso mundo e nos distanciamos da escrita manual, esta vai cobrando valor.
Juan Goytisolo, El Mundo
Sucede con todo o manual, a artesanía trascende o uso cotiá para se converter en manifestación artística.
Imprevisible o que sucederá coa escrita, pero do que non queda a menor dúbida é que aínda ningún procedemento electrónico é quen de captar todos os parámetros que caracterizan a nosa escrita manual. Moito menos o noso estado emocional á hora de escribir.
Cando o 5 de xaneiro de 2031 se abra a Caixa das Letras do Instituto Cervantes que garda os manuscritos de Goytisolo, non soamente poderemos degustar “un poemario devocionario con dúas citas de san Juan de la Cruz e un manuscrito completo que mestura memoria, autofición e unha especie de inventario”) leremos a idade e a paixón de Goytisolo no momento de escribilo; o goce e a paixón que o autor plasmou nel. Reviviremos en corpo e “alma” ao poeta que prolongará a súa presencia entre nós.

Esperemos estar presentes para contalo.

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DE CANDO A CALIGRAFÍA DEVALOU EN POEMA

De cando os obxectos deron en chamarse poemas

Cantas veces, obnubilada polas ópticas do microscopio con que analizo os documentos, imaxino que as letras se liberan do ductus, deixando un ronsel de fíos do papel para emprenden unha vida de seu, fóra do meu Gabinete.


Imaxino nas caligrafías e obxectos poematizados de Pepe Cáccamo, as novas singraduras das miñas pezas de estudo.
Falando de caligrafía, non podo por máis que festexar a nova páxina dun dos poucos artistas integrais que coñecín nesta vida (do Renacemento para acó) ao escritor, escultor, instalador (artístico, non sei se tamén técnico) Pepe Cáccamo.

Benvida a súa páxina chea de enxeños, divertida, fermosa, pensante.

Por veces sinto o guiño do pintor Urbano Lugrís, con estes poemas (invento un nome para esta técnica?) ultrafísicos; porque levan forma, contido, historia, reminiscencias vitais do artista e de toda unha xeración, ou dúas, ou tres

Deixemos a crítica academicista para plumas máis autorizadas. 

Non sabería cal escoller nesa amalgama de humor, coidado e ritmo.

Parabéns deste Gabinete amigo.

De cando a caligrafía devalou en poema

De cando os obxectos deron en chamarse poemas

Falando de caligrafía, non podo por máis que festexar a nova páxina dun dos poucos artistas integrais que coñecín nesta vida (do Renacemento para acó) ao escritor, escultor, instalador (artístico, non sei se tamén técnico) Pepe Cáccamo.


Cantas veces, obnubilada polas ópticas do microscopio con que analizo os documentos, imaxino que as letras se liberan do ductus, deixando un ronsel de fíos do papel para emprenden unha vida de seu, fóra do meu Gabinete.

Imaxino nas caligrafías e obxectos poematizados de Pepe Cáccamo, as novas singraduras das miñas pezas de estudo.

Benvida a súa páxina chea de enxeños, divertida, fermosa, pensante. 

Por veces sinto o guiño do pintor Urbano Lugrís, con estes poemas (invento un nome para esta técnica?) ultrafísicos; porque levan forma, contido, historia, reminiscencias vitais do artista e de toda unha xeración, ou dúas, ou tres

Deixemos a crítica academicista para plumas máis autorizadas. 

Non sabería cal escoller nesa amalgama de humor, coidado e ritmo.

Parabéns deste Gabinete amigo.

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La escritura manuscrita a debate. El caso finlandés

Si naciéramos ahora y viviésemos en Finlandia, todo quedaría solventado.
d5122-puntesdeunviajeaginebraCómo hemos cambiado, y no, no es el título de una canción, me refiero a nuestras destrezas escriturales. Atrás quedaba la caligrafía constante, legible, asentada sobre la línea del renglón, con mayor o menor número de florituras.
Ahora, hasta nos cuesta leer lo que escribimos, “qué rayos quise poner aquí!?” me comentan a diario.
Algunas personas se jactan de haber perdido la forma correcta de antaño “por culpa de” los apuntes, a base de años de velocidad y síntesis en las aulas universitarias.
Como si escribir “mal” subiese el caché.
Pongamos de ejemplo la exquisita ininteligibilidad (buff, que palabra!) de la letra de los doctores de toda la vida, sobre todo de los varones. “Ya la enterarán en la farmacia”.
Pero es que el oscurantismo parece añadirles un plus de rigor científico. Como si lo indescifrable pasase automáticamente a considerarse sesudo e inteligente (no sólo pasa con la grafía, pero esto es materia para otro artículo).
Digo doctores de-toda-la vida y me viene a la mente D.Manuel Cendón, que leía las enfermedades -sin esoterismos- en la piel, los ojos, o kinéticamente; y prescribía con su plumín los medicamentos en una limpísima letra caligráfica.
No había nada que ocultar; respondía a un impresionante ojo clínico, privilegio de muy pocos, que envidiamos profundamente el común de los mortales, y que, sin duda, se debe al intenso conocimiento y dedicación a la ciencia.
Y yendo al origen del post: en diciembre del pasado año sonaban todas las alarmas, al menos en nuestro ámbito, al imaginar las impredecibles consecuencias de la desaparición de la escritura manual en el sistema académico finlandés.
Sabemos la preeminencia de las decisiones de los países desarrollados sobre los que estamos a la cola, en este caso, a nivel educativo.
AlfredEl asunto no parece ser como figuraba en los titulares y Minna Harmanen, responsable del Instituto Nacional de Educación finlandés, aclaraba que «La escritura a mano no se terminaría y, muy al contrario, se consideraba muy importante para adquirir destrezas y memoria».
En cualquier caso, el alumnado finlandés de primaria, a partir de otroño de 2016, sólo aprenderá a redactar en letras de imprenta, las que conocemos como tipográficas, algo absolutamente coherente en los tiempos que corren.
Si la idea es implementar el aprendizaje, para poder almacenar conocimientos con mayor celeridad, no podemos estar más de acuerdo.
Pero si la escritura solamente se la considera mero trámite, para identificar los tipos con los que habrán de vérselas en las tabletas, podría resultar un retroceso educativo.
Cuántas destrezas quedarán interrumpidas. La escritura es nuestra expresión gráfica, y las palabras de las y los peques son dibujos exquisitos en los que bucear, en los que conocerlas/los, entender su comportamiento e incluso encauzarlo.
Empezamos a escribir y empezamos a pensar, así desde las civilizaciones más antiguas.
La escritura actúa como testigo del gráfico de nuestra mente, por eso su cuerpo, la esbelta ondulación de los trazos, o los aplastamientos de su forma, nos delata.
Con ojo clínico o con estudio y análisis, optamos por la escritura como método de desarrollo cognitivo, reeducador, e incluso como base de datos que permita conocer e incluso anticiparse a las enfermedades de más diverso tipo, siquiátricas, neuromotoras, etc.
Cabe suponer que las autoridades de un país que afronta el asunto de la educación con tanta seriedad como Finlandia, no caerán en despreciar la escritura manual como si se tratase de una manifestación primitiva de una civilización predigital.
No lo creo; estaremos muy al tanto de lo que suceda.

Servicios ofrecidos por el Gabinete Caligráfico MBC: – Pericias caligráficas de textos y firmas – Análisis documental – Lingüística Forense – Pericias caligráficas desde todos los soportes escritos; muros y paredes – Dictámenes por escrito y ratificación forense – gabinetecaligrafico@gmail.com / tfno.: 669 060 265 / 986 07 8869

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Vuelaplumas caligráfico-periciales

Polémica entre la escritura manuscrita y el modelo finés

La escritura manuscrita a debate. El caso finlandés

Si naciéramos ahora y viviésemos en Finlandia, todo quedaría solventado.

Cómo hemos cambiado, y no, no es el título de una canción, me refiero a nuestras destrezas escriturales. Atrás quedaba la caligrafía constante, legible, asentada sobre la línea del renglón, con mayor o menor número de florituras.d5122-puntesdeunviajeaginebra
Ahora, hasta nos cuesta leer lo que escribimos, “qué rayos quise poner aquí!?” me comentan a diario.
Algunas personas se jactan de haber perdido la forma correcta de antaño “por culpa de” los apuntes, a base de años de velocidad y síntesis en las aulas universitarias.
Como si escribir “mal” subiese el caché.
Pongamos de ejemplo la exquisita ininteligibilidad (buff, que palabra!) de la letra de los doctores de toda la vida, sobre todo de los varones. “Ya la enterarán en la farmacia”.
Pero es que el oscurantismo parece añadirles un plus de rigor científico. Como si lo indescifrable pasase automáticamente a considerarse sesudo e inteligente (no sólo pasa con la grafía, pero esto es materia para otro artículo).
Digo doctores de-toda-la vida y me viene a la mente D.Manuel Cendón, que leía las enfermedades -sin esoterismos- en la piel, los ojos, o kinéticamente; y prescribía con su plumín los medicamentos en una limpísima letra caligráfica.
No había nada que ocultar; respondía a un impresionante ojo clínico, privilegio de muy pocos, que envidiamos profundamente el común de los mortales, y que, sin duda, se debe al intenso conocimiento y dedicación a la ciencia.
Y yendo al origen del post: en diciembre del pasado año sonaban todas las alarmas, al menos en nuestro ámbito, al imaginar las impredecibles consecuencias de la desaparición de la escritura manual en el sistema académico finlandés.
Sabemos la preeminencia de las decisiones de los países desarrollados sobre los que estamos a la cola, en este caso, a nivel educativo.

AlfredEl asunto no parece ser como figuraba en los titulares y Minna Harmanen, responsable del Instituto Nacional de Educación finlandés, aclaraba que «La escritura a mano no se terminaría y, muy al contrario, se consideraba muy importante para adquirir destrezas y memoria».
En cualquier caso, el alumnado finlandés de primaria, a partir de otroño de 2016, sólo aprenderá a redactar en letras de imprenta, las que conocemos como tipográficas, algo absolutamente coherente en los tiempos que corren.
Si la idea es implementar el aprendizaje, para poder almacenar conocimientos con mayor celeridad, no podemos estar más de acuerdo.
Pero si la escritura solamente se la considera mero trámite, para identificar los tipos con los que habrán de vérselas en las tabletas, podría resultar un retroceso educativo.
Cuántas destrezas quedarán interrumpidas. La escritura es nuestra expresión gráfica, y las palabras de las y los peques son dibujos exquisitos en los que bucear, en los que conocerlas/los, entender su comportamiento e incluso encauzarlo.
Empezamos a escribir y empezamos a pensar, así desde las civilizaciones más antiguas.
La escritura actúa como testigo del gráfico de nuestra mente, por eso su cuerpo, la esbelta ondulación de los trazos, o los aplastamientos de su forma, nos delata.
Con ojo clínico o con estudio y análisis, optamos por la escritura como método de desarrollo cognitivo, reeducador, e incluso como base de datos que permita conocer e incluso anticiparse a las enfermedades de más diverso tipo, siquiátricas, neuromotoras, etc.
Cabe suponer que las autoridades de un país que afronta el asunto de la educación con tanta seriedad como Finlandia, no caerán en despreciar la escritura manual como si se tratase de una manifestación primitiva de una civilización predigital.
No lo creo; estaremos muy al tanto de lo que suceda.

Como dos gotas de agua

Vivimos rodead@s de refranes, respiramos y recurrimos a ellos, para reafirmarnos, identificar o simplificar la realidad circundante; a veces incluso demasiado. Escogiendo uno de ellos, al azar, no siempre «la experiencia es la madre de la ciencia»; con frecuencia, es la culpable del automatismo, la rutina y la indolencia.
A diario visito el parque más frondoso de mi ciudad y nunca me aburre porque no siempre es el mismo; cada momento del año, estación, hora del día, agregan matices diferentes a mi «experiencia naturalística».
Las ramas desnudas del árbol de las tulipas, con el primer chaparrón del año, lo confirman: en nada se asemejan dos gotas de agua, salvo en la composición química.
El saber popular, fuente incesante de frases lapidarias, genera enormes paradojas que repelen la realidad de las cosas.
En nuestro trabajo pericial, aunque sea de perogrullo, dos gotas de agua no son iguales; dos «n», en arcada, o en guirnalda, con uno o dos gramas, y etc, tienen su propia génesis y desarrollo, algo que, habitualmente, la persona que escribe, ni se ha parado a pensar. Pero quien falsifica, sí. Aunque esta persona sólo apreciará una escritura huérfana, no sabe ni de dónde viene ni a dónde va.
No se pueden intercambiar los cerebros ni la destreza escritural.
Dos gotas de agua, ¿iguales? Error! 😉
Un lema para escapar del automatismo y la rutina: véase lo que se vea: «las apariencias engañan».

Compartimos ese pensamiento y lo llevamos hasta las últimas consecuencias; «nada falsificado, nos es ajeno» ;.-)

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La firma manual, ¿resquicio del pasado?

Leía un artículo proporcionado por el Newsletter de ICG, de Grafología Universitaria, que a su vez hacía mención al presidente de los EE.UU, Barack Obama. ¿Sabían uds. que el presidente firmó la Ley de reforma sanitaria con 22 bolígrafos diferentes? 
No es que el presidente firmara 22 veces, sino que la misma firma sería ejecutada con 22 bolígrafos diferentes, que homenajearían y servirían de regalo a las 22 personas que participaron activamente en la creación y redacción de la Ley. 
Así la firma de Obama recibe la forma discontinua por los «reenganches» de los distintos bolígrafos.
Sin duda es un ejemplo de cómo el protocolo institucional norteamericano valora hoy por hoy la firma manual caligráfica. 
La revista Protocolo recoge más ejemplos de este ceremonial «signático» (neologismo improvisado): 
 «El primer presidente en seguir este hábito fue Franklin Roosevelt. A veces, la Casa Blanca graba los bolígrafos indicando la ley que se ha firmado con ellos. Cuando Lyndon Johnson firmó la ley de Derechos Civiles, en 1964, usó más de 75 bolígrafos, algunos de los cuales fueron dados a Martin Luther King (hijo), el senador Hubert Humphrey o Everett McKinley Dirksen». 

La firma es nuestro sello de identidad; la ratificación de un compromiso, difícilmente violable. Por muchas firmas electrónicas y frases de paso que se inventen, ninguna será capaz de guardar el juego y la danza de nuestras neuronas. 😉


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