Se cumplen 80 años del fusilamiento del intelectual galleguista Alexandre Bóveda (1903-1936) uno de los redactores del incipiente Estatuto de Galicia, e impulsor del Partido Galeguista.
Acusado de traición por los rebeldes del Frente Nacional, es condenado a muerte el 13 de agosto del 36, sentencia que se ejecuta cuatro madrugadas más tarde en Poio (Pontevedra).
Reseño en esta entrada -que tomo del «Caderno da crítica de Ramón Nicolás»– la carta, de las tres que escribe esa madrugada, dedicada por Bóveda a su mujer, Amalia Álvarez Gallego.
Cómo imaginarse el valor de una persona capaz de agarrar la pluma en esos momentos, en que las palabras parecen desplomarse sobre el papel; y sin embargo, se aferra -al menos- a la génesis de sus pensamientos, el convencimiento de de que la lucha por su Tierra, por sus ideales, sobrevivirían a un tradicionalismo resistente a los cambios de la estructura social básica.